domingo, 30 de junio de 2013

El golpe de calor



Llegó el verano, las piscinas, las vacaciones para quien las tenga y, por supuesto el calor. Cada verano suele ser el más caluroso de los últimos 50 años, qué le vamos a hacer, son cosas de los titulares periodísticos, pero lo que sí es cierto es que reaparecen problemas de salud que son, en buena parte previsibles y por tanto prevenibles.

Los médicos de familia somos especialmente pesados durante esta época del año con el golpe de calor porque conocemos las consecuencias que puede llegar a tener y cómo se podría evitar con unas simples medidas.

Hace algunos años se decidió medir la cantidad de problemas de salud relacionados con el calor. Esto se debió a un aumento de la mortalidad en Francia en relación con una ola de calor que sufrieron en el país galo. Como hubo una alerta en los medios de comunicación se decidió poner manos a la obra a médicos y enfermeros contando y comunicacndo a las autoridades sanitarias todas las patologías relacionada con el calor durante la época estival. Pudimos saber que en la ola de calor de 2003, por ejemplo, se produjeron 112 muertes en España relacionadas con esta situación, la mitad de ellas directamente por un golpe de calor y el resto por agravamiento de una enfermedad ya existente.

Pero antes de dar algunas recomendaciones es importante saber de qué hablamos y no confundirnos con las múltiples definiciones que tanto profesionales sanitarios como público en general podemos utilizar en algún momento. Distingamos: 

  • UNA OLA DE CALOR: Son tres o más días consecutivos durante los cuales la temperatura ambiental es mayor de 32,3ºC. 
  • ESTRÉS POR CALOR: Es el malestar y tensión fisiológica debidos a la exposición a ambientes cálidos, especialmente durante el trabajo físico. 
  • AGOTAMIENTO POR CALOR: Quizás el más frecuente de los síndromes por hipertermia ambiental. Debilidad, fatiga, dolor de cabeza, confusión, nauseas, vómitos y disminución del apetito en jóvenes tras ejercicio o ancianos con problemas cardiacos. La temperatura corporal suele ser menor de 38ºC y predomina la deshidratación. 
  • GOLPE DE CALOR: Temperatura corporal por encima de 40ºC y alteraciones generales por  exposición a ambientes calurosos (forma clásica) o tras ejercicio físico extenuante (golpe de calor por ejercicio).

Por tanto parece claro que el golpe de calor es una emergencia médica caracterizada por un incremento de la temperatura corporal central por encima de 40ºC y alteraciones del sistema nervioso central (delirio, convulsiones, alteraciones comportamiento, coma…)   que se produce en ambientes calurosos afectando tanto a jóvenes que realizan actividades físicas en condiciones ambientales de altas temperaturas y concentración de humedad, como a ancianos, con o sin enfermedades previas, durante intensas oleadas de calor.

Estos síntomas facilitan un diagnóstico precoz del golpe de calor e iniciar las medidas oportunas.


¿Qué puede favorecer el golpe de calor?


  • Elevado grado de humedad ambiental (>60-70%) 
  • Ejercicio intenso 
  • Alcohol 
  • Demencia 
  • Insuficiencia cardiaca 
  • Epilepsia 
  • Diabetes 
  • Obesidad 
  • Bronquitis crónica
  • Consumo de drogas y medicamentos: Cocaína, anfetaminas, diuréticos, beta-bloqueantes, anthistamínicos, anticolinérgicos o algunos fármacos para problemas psicológicos o neurológicos.


¿Qué precauciones debemos adoptar?


En primer lugar y siempre, lo más importante es el sentido común, es decir, no hagas barbaridades que alguien pueda recriminarte si pasara algo que podemos resumir en que durante los días de calor:
  1. Procura estar en lugares frescos y ventilados. 
  2. No realices ejercicios ni esfuerzos bruscos. 
  3. Trata de dormir bien. 
  4. Evita las aglomeraciones. 
  5. Dúchate con frecuencia. 
  6. Evita exponerte al sol entre las 10:00 y las 17:00 horas. 
  7. Usa siempre protector solar al menos con factor de protección 15.

Respecto a la vestimenta: 

  • Usa ropa ligera y holgada. 
  • Si vas a estar al sol utiliza siempre gorra o sombrero.
  • Usa colores claros, los oscuros absorben el calor.


En relación a la comida:

  • Consume frutas y verduras diariamente (aprovecha la fruta propia de esta época del año, la sandía, el melón).
  • Toma líquido, en especial agua (2-3 litros diarios).
  • Evita el alcohol (deshidrata). 
  • Evita las infusiones muy calientes o muy dulces.



¿Y si crees que alguien puede estar sufriendo un golpe de calor?

Recuerda, si una persona ha estado expuesta al sol demasiado tiempo o siendo anciano o niño, empiezas a notarlo decaído, con dolor de cabeza, deshidratado (labios y lengua secos), con nauseas y con baja presión arterial:

  • Haz que se acueste y acércale un ventilador para que elimine calor.
  • Evita provocarle grandes cambios de temperatura (mejor ir poco a poco)
  • Dale agua despacio, para que se vaya hidratando.
  • Mójale la cara, la cabeza, manos y muñecas.
  • Y llévalo al médico.

 

Y por último, tan importante es saber lo que se puede hace como lo que no se debe hacer: 

  • NO dar baños de alcohol (se puede absrover por la piel) 
  • NO des medicinas (la aspirina u otros antinflamatorios como el ibuprofeno pueden provocarle una hemorragia digestiva en estas circunstancias y otras medicinas como el paracetamol no tiene un efecto claro en estas situaciones.


Y ahora a cuidarse y disfrutar del verano. Os dejamos unos sencillos consejos de la Sociedad Castellano-Manchega de Medicina de Familia que os ayudarán.

Enrique González Hidalgo
Médico de Familia

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