martes, 29 de octubre de 2013

SUPLEMENTOS DE CALCIO: MITOS Y REALIDADES

El calcio es un mineral esencial para el mantenimiento de una buena salud ósea; nuestro organismo no puede producirlo, de ahí que deba obtenerlo a través de los alimentos. Si no se ingiere en cantidad suficiente o el cuerpo no lo absorbe, los huesos pueden debilitase o no crecer adecuadamente.
La carencia de calcio puede provocar enfermedades en los huesos como el raquitismo (en niños pequeños, aunque muy raro hoy en día en nuestra sociedad) y la más conocida y temida osteoporosis, que representa el tipo más común de enfermedad ósea. El hueso es un tejido vivo que está en constante renovación, (se crea y se reabsorbe continuamente). La osteoporosis se produce cuando el organismo no es capaz de producir suficiente hueso nuevo, cuando gran cantidad de hueso es reabsorbido por el organismo, o cuando se dan ambas situaciones. También hay procesos relacionados con el exceso de calcio como por ejemplo la formación de cálculos renales, aunque esto sería tema para otro post.

La preocupación por una toma adecuada de calcio con la dieta, ha llevado a los expertos a establecer unas recomendaciones diarias de ingesta, especificas para cada edad y situación:
  • En bebés de 7 a 12 meses la ingesta recomendada de calcio es de 270 mg al día.
  • En niños de entre 1 y 3 años se recomiendan 500 mg al día.
  • En niños de entre 4 y 8 años se aconsejan 800 mg al día.
  • En niños de entre 9 y 13 años se recomiendan 1300 mg al día.
  • En adolescentes de entre 14 y 18 años se aconsejan 1300 mg al día.
  • En adultos de entre 19 y 50 años la recomendación de calcio es de 1000 mg al día.
  • En adultos de más de 51 años se aconsejan 1200 mg al día.
¿Como podemos conseguir ingerir los niveles recomendados para nuestro grupo de edad?

La principal fuente de calcio son los productos lácteos (leche, yogur, queso), aunque hay otros alimentos que contienen cantidades nada despreciables: pescados como las sardinas en lata (con la espina), el sésamo, algunas hierbas aromáticas como albahaca, salvia, tomillo ( aunque claro está habría que tomar grandes cantidades...), dentro de las verduras las que más calcio contienen son col, espinacas y brócoli; en cuanto a las legumbres elegir garbanzos y lentejas; los frutos secos (nueces, dátiles, pistachos, avellanas); mariscos y almejas, berberechos o chirlas son  otros alimentos muy ricos en este mineral.


Es decir, siguiendo una dieta normal y variada que incluya un vaso de leche al día y un yogur el consumo de calcio está garantizado.
Entonces...

¿Quiénes deben tomar suplementos farmacológicos de calcio?
Tema muy controvertido y que suscita mucha discusión entre expertos-profesionales-pacientes. Los suplementos de calcio (con vitamina D) han demostrado ser beneficiosos en mujeres de edad avanzada institucionalizadas en residencias de ancianos, que tienen una baja ingesta de calcio; en estos casos si que se reduce el riesgo de fractura de cadera y no vertebrales. Sin embargo, este beneficio no está tan claro para las personas mayores en general, por una parte parece que pudiera mejorar algo el riesgo de fractura de cadera pero a consta de un aumento en la incidencia de cálculos renales. Otro aspecto que no podemos obviar por su actualidad, es la relación entre la toma de suplementos de calcio y el aumento del riesgo cardiovascular,  aunque es una cuestión  no del todo demostrada en los estudio clínicos debe ser tenido en cuenta a la hora de iniciar o prolongar un tratamiento.

En resumen, antes de iniciar tratamiento con un suplemento farmacológico , hay que repasar la ingesta de calcio con nuestra dieta habitual, e intentar corregirla si comprobamos que esta es deficitaria, los suplementos deben reservarse para aquellas personas que no consigan una ingesta adecuada con los alimentos, siempre bajo supervisión médica evitando la automedicación.

Eva María Fagundo Becerra
Médico de Familia.






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